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Día 6 — Un llamado a la coherencia

Una familia que siempre había sido muy unida se enfrenta con que los hijos de la familia fueron creciendo y comenzaron a tomar sus propias decisiones. La tristeza en el rostro de los padres era innegable; los hijos se encontraban tomando caminos que no estaban alineados con los principios y valores que sus padres les habían enseñado. Esto causó tensiones y conflictos en la familia y, a veces, incluso ponía en peligro la relación y estabilidad familiar. Un día, los padres decidieron sentarse y hablar con sus hijos acerca de la importancia de afirmar su camino. La actitud de estos padres con los hijos es la que toma el salmo. Dios usa este salmo para informarle a nuestro corazón lo que debe desear.

 ¡Cuánto deseo afirmar mis caminos para cumplir tus mandamientos! (Salmo 119:5)

 Afirmar nuestro camino es hacer que nuestras decisiones y acciones sean estables y seguras. Afirmar nuestro camino es vivir de manera coherente con nuestras creencias y principios, en lugar de permitir que otros factores externos nos desvíen de nuestro camino.

La oración del salmista es oportuna y necesaria; todos tenemos momentos en los que no vivimos de manera coherente con nuestros principios cristianos. Permítanme darles algunos ejemplos. Nuestras relaciones con los demás — ya sea personal o laboralmente — se ven manchadas en ocasiones por la mentira, el robo, la envidia, la murmuración y crítica a espaldas de, la falta de compasión y la falta de amor. Estos pecados se oponen a los valores del Reino de Dios como la honestidad, la integridad y la humildad.

Nos regocijamos de haber recibido el perdón de Dios, pero ese perdón nos cuesta extenderlo a quienes nos han ofendido, algo que Dios a través de su poder nos ha equipado para hacer. Pensemos en la fidelidad/lealtad a nuestras promesas o compromisos o cuando somos selectivos en cuáles enseñanzas de Jesús queremos acoger. Todas estas inconsistencias nos deben llevar a decirle a Dios ¡Cuánto deseo afirmar mis caminos! Porque sé que no estoy cumpliendo con tus mandamientos.

Expresar a Dios ¡cuánto deseo afirmar mis caminos! viene de un corazón humilde que reconoce que necesita hacer cambios en su vida y debe tomar medidas para hacerlo; de un corazón que reconoce que Dios ha provisto medios para lograrlo. Hay disciplinas espirituales como la lectura y el estudio de la Biblia, así como también a través de la oración y la reflexión. También Dios nos ha bendecido con el apoyo de hermanos maduros y una comunidad de fe.

Padre celestial,
¡cuánto deseo afirmar mis caminos! para que haya estabilidad en mis decisiones.
Ayúdame a no actuar impulsivamente, sino a pensar cuidadosamente.
Ayúdame a ser fiel a mis compromisos y responsabilidades y guárdame de ser volátil o cambiante en mis relaciones con los demás.

Te pido que fortalezcas mi fe, especialmente en momentos difíciles.
Ayúdame a ver tu obrar (el vaso medio lleno en lugar del vaso medio vacío).
Dame el regalo de reconocer cuando peco y la importancia de venir a ti en arrepentimiento.

Jesús, ¿cuál es el paso de obediencia que quieres que dé hoy?; Espíritu, ¿cómo vas a usar este paso de obediencia para santificar y perfeccionar mi vida?; Padre, ¿en cuál de tus promesas puedo confiar para dar el paso de obediencia que Jesús me pide que dé?

Amén

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