Día 8 — El efecto multiplicador de la gratitud

¿Te has sentido alguna vez agradecido por algo que has aprendido y que ha cambiado tu vida para mejor? Por ejemplo, tal vez has aprendido a manejar tus emociones de manera más saludable o has descubierto una pasión que te ha llevado a una vida más satisfactoria. Esos momentos de crecimiento y aprendizaje pueden ser muy gratificantes.

Asumo que todos hemos tenido momentos en los que entendemos en asombro y con gratitud la sabiduría del consejo de Dios, la perfección de sus mandatos. Momentos en los que decimos “yo “sin ti, Señor, dónde estuviera” o “sin tus mandamientos habría tomado estas decisiones y mi vida sería un caos.” El salmo 119:7 habla de ese tipo de gratitud y compromiso al decir: "A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo".

Reflexionemos en este versículo y sus implicaciones para vivir una vida agradecida y comencemos pensando en algunas señales que indican que no somos agradecidos: (1) falta de gratitud, no valoramos lo que tenemos; (2) actitud negativa: siempre vemos el vaso medio vacío; (3) desconexión de los demás, me aíslo porque no necesito a nadie; (4) falta de propósito, sentirse sin rumbo y sin propósito puede ser señal de que estamos pensando mucho en lo que no tenemos.

Curiosamente el salmo nos dice que la mayor razón para estar agradecidos es ver la obra que Dios ha estado haciendo en nuestro carácter, en nuestra transformación:

• "Que antes me sentía perdido y sin esperanza, pero ahora sé que tengo un propósito y un futuro."
• "Que antes vivía en pecado y oscuridad, pero ahora he sido liberado de esa oscuridad y estoy viviendo en la luz de Cristo."
• "Que antes me sentía solo y desconectado, pero ahora tengo una familia espiritual que me apoya y me ama.”
• "Que antes me sentía atrapado en mis propios problemas y preocupaciones, pero ahora puedo ver más allá de mí mismo y servir a los demás."
•"Que antes me sentía sin control y atrapado por mis propios deseos y pasiones, pero ahora tengo el poder del Espíritu para vivir de acuerdo a los principios de Cristo."

 Así que la Palabra nos lleva a ver las muchas razones por las que estamos o deberíamos estar agradecidos. Cambiar nuestra manera de ver la vida, con gratitud, cambia cómo vivimos la vida. Y ver cómo nuestra vida ha cambiado genera más gratitud. 

Jesús, ¿cuál es el paso de obediencia que quieres que de hoy?; Espíritu, ¿cómo vas a usar este paso de obediencia para santificar y perfeccionar mi vida?; Padre, ¿en cuál de tus promesas puedo confiar para dar el paso de obediencia que Jesús me pide que dé?

Amen.